¿Te preguntas cómo poner precio a tus consultas de nutrición? Ya sea que estés empezando en el mundo de la consulta privada o lleves tiempo sin revisar tus tarifas, este tema es crucial. No se trata solo de cuánto vas a cobrar: es una decisión estratégica que determina si tu proyecto será rentable, sostenible y profesional.
En esta guía te enseño paso a paso cómo calcular tus precios, qué errores evitar y cómo comunicar el valor de tu trabajo para que tus pacientes no solo entiendan lo que cuesta, sino lo que ganan contigo.
¿Por qué es importante saber cómo poner precio a tus consultas de nutrición?
Aprender cómo poner precio a tus consultas de nutrición no es únicamente una cuestión financiera:
- Mejora la percepción de valor de tu servicio. Un precio acorde transmite profesionalidad.
- Atrae pacientes comprometidos. Los que invierten en su salud suelen tener mejores resultados.
- Te permite vivir de tu profesión sin agotarte. Cobrar poco puede llevar al síndrome del “nutricionista quemado”.
Según un informe de la Academy of Nutrition and Dietetics, los precios reflejan no solo la experiencia del profesional, sino también la calidad y sostenibilidad del servicio.
Factores clave para calcular el precio de tus consultas de nutrición
1. Tus costes y tu sueldo
Antes de decidir una cifra, necesitas un cálculo realista:
- Gastos fijos: alquiler de despacho, software, materiales, internet…
- Impuestos y cuota de autónomos.
- Tiempo de consulta y horas invisibles (informes, seguimiento, comunicación).
- Tu sueldo deseado.
👉 Si tus tarifas no cubren estos elementos, en realidad estás perdiendo dinero cada vez que trabajas.
2. Tu experiencia y especialización
Un nutricionista especializado en nutrición deportiva, digestiva o TCA puede cobrar más porque ofrece un servicio altamente diferenciado. La especialización es un factor que eleva tu valor percibido.
Por ejemplo, la British Dietetic Association destaca que la formación continua y la experiencia clínica son elementos que justifican tarifas más elevadas.
3. El valor percibido por el paciente
Cuando un paciente te paga, no está pagando solo por “una hora de tu tiempo”, sino por:
- La mejora de su salud.
- La reducción de síntomas o la mejora en su rendimiento deportivo.
- La tranquilidad de tener un acompañamiento experto.
- La experiencia global: desde reservar la cita hasta el seguimiento posterior.
👉 Cuanto mejor comuniques este valor, menos objeciones de precio recibirás.
4. Mercado y competencia
Investiga lo que cobran otros nutricionistas en tu zona o nicho. No para copiarlos, sino para posicionarte estratégicamente.
- Si vas a ser más barato: enfatiza la accesibilidad.
- Si vas a ser más caro: explica tu valor diferencial.
En plataformas como Doctoralia puedes ver rangos de precios en distintas ciudades para tener un punto de referencia.
Cómo poner precio a tus consultas de nutrición: consulta suelta, bonos y programas
Existen diferentes formas de estructurar tus servicios:
- Consulta suelta: útil para pacientes que quieren probar antes de comprometerse.
- Bonos de varias sesiones: generan compromiso y aseguran ingresos más estables.
- Programas estructurados (3, 5 o más sesiones): permiten trabajar con objetivos a medio plazo.
Ejemplo: un bono de 5 sesiones con un pequeño descuento puede incentivar al paciente a continuar, sin devaluar tu trabajo.
Errores comunes al fijar precios (y cómo evitarlos)
- Cobrar lo mismo que todo el mundo. Haz tus propios cálculos.
- Ofrecer consultas muy baratas por inseguridad. Atrae al público menos comprometido.
- No subir precios nunca. Si tu servicio mejora, tus tarifas también.
- No comunicar bien tu valor. Habla de resultados, no solo del tiempo de consulta.
¿Qué hacer si un paciente dice que es caro?
Cuando escuches “es caro”, recuerda:
- No todo el mundo es tu cliente ideal.
- Muchas veces la objeción es en realidad falta de confianza, claridad o seguridad en los resultados.
- Responde con empatía, mostrando lo que ganarán contigo, en lugar de bajar precios o dar descuentos.
👉 Una buena estrategia es mostrar casos de éxito (con consentimiento del paciente) o testimonios que refuercen la confianza.
Ejemplo práctico: cómo calcular tus precios de nutrición
Imagina que quieres ganar 2.000 € netos al mes como nutricionista, trabajando 20 horas de consulta semanales.
- Gastos fijos mensuales: 600 €
- Impuestos + autónomos: 500 €
- Sueldo deseado: 2.000 €
Total a cubrir = 3.100 €
Si atiendes 80 consultas al mes, necesitas cobrar al menos:
3.100 € ÷ 80 = 38,75 € por consulta
Eso es el mínimo. Si sumas especialización y valor añadido, tu tarifa puede situarse entre 50 y 80 € por sesión, según mercado y experiencia.
Conclusión: cómo poner precio a tus consultas de nutrición con seguridad
Tus precios no solo son números: son una forma de posicionarte en el mercado.
- Define tus costes.
- Calcula cuánto quieres ganar.
- Ten en cuenta tu tiempo real de dedicación.
- Observa el mercado.
- Comunícalo con seguridad.
Recuerda: no estás cobrando por una hora, sino por años de formación, experiencia y por el cambio que generas en la vida de tus pacientes. Dale el valor que merece.